LA LUNA PENSABA EN EL (4)

Sin poder dormir, recordaba, pensaba, solo eso; llego un momento en el que no supe que paso, me quede dormida.

En mis sueños:
Volaba entre los árboles de mano de el, como si fuese entre dimensiones, una mujer quería matarnos, el cielo estaba oscuro y caían rayos, una enredadera llena de espinas es lo ultimo  que vi.
Desperté, pero el no estaba  en  ningún lado, se desvaneció sin dejar rastro, los restos de la fogata no estaban, ni las cobijas con que me tape, ni las tollas con que me seque, el árbol estaba podrido por las polillas y el lago seco.
Como si nada hubiera pasado.
Una terrible desesperación invadió mi mente, el lugar era triste y oscuro. Me senté a un lado de una piedra de frente al lago, es como tenerlo todo, pestañear y no tener nada, doloroso y confuso; estaba en shock.
No recuerdo si pasaron días, semanas, meses, no sentí el tiempo, o el viento pasar, todo era estático y tenue, sin corriente, como si se detuviera el tiempo.
Cerré mis ojos y sentí una ráfaga de viento acariciar mi rostro, un dragón se acerco, tanto , que no pude contener el aliento, se quedo observándome, dándome vueltas, mirándome.
Sus alas eran de plumas, no se notaba cuando cambiaban a escamas al llegar al tórax.


Sus ojos claros azul celeste me calmaron, me llenaron de tranquilidad y esperanza.
Hubo un viento torrencial que lo dejo todo como la catástrofe de un tiempo atrás.
 -Diamantes de roció, que rayos-me dije en la mente
¿Cómo puede ser que cosas como estas puedan pasarme a mi?, ni siquiera se si debo asustar me o entusiasmarme; el dragón me miro fijamente  a escasos 10 centímetros, cundo inesperadamente apareció un remolino color negro, con un intenso olor a azufre se llevo al dragón y este solo pudo derramar una lagrima que al tocar el suelo hizo brotar en segundos un rosal blanco,  justo en frente de mi.

Y yo de nuevo en medio de la pradera, sentada, tiritaba las gotas de roció en las flores azules que brillaban a la luz de la luna, una increíble nostalgia me llenaba el  pecho, no sabia que pensar, parecía un sueño.

Al ver fijamente la rosas me di cuenta de que no recordaba nada de mi vida, mis recuerdos solo eran a partir de ver la sangre correr por mi cabeza, me sentía mareada así que empecé a caminar para buscar algo, no se que, solo se que era algo realmente importante para mi; y se repente unas manos putrefactas comenzaron a jalarme los pies hasta tumbarme, no podía liberarme de ellas, eran demasiadas, y yo estaba débil.
Comencé a sentir una humedad en mis pie hasta llenarme el cuerpo un inmenso frió, era agua, luego de eso solo luche por salir de aquella situación tan tenebrosa, mire hacia abajo, los cuerpos estaban raídos por los animales que los habían comenzado a comer lentamente, aun tratando de llevarme los animales seguían luchando por un poco de su carne, sus cuerpos estaban ya casi en huesos, era una imagen de la muerte que en realidad hubiera preferido olvidar, y luego el, sacándome de las fauces de un terrible destino, pronunciando unas palabras y una centelleante luz llevo a esos cuerpos al la fosa mas profunda del agua, ya completamente muertos.
Creo que solo vi sus labios moverse y escuche un susurro, en ese momento aun estaba atontada, tal vez por eso no recordaba esa parte.                                                                        
Y luego esto, todo lo que ya ha sucedido.
El cielo azul me lo recordaba, sus ojos, su pelo suave a  la brisa, su tempestuosa figura, sus labios, su cuello                                                                                                                                                                                                                          , pero lo que mas recuerdo de el es su penetrante mirada, tranquila y sobre protectora.  
Tenia la impresión de que esperaba algo de mi, en la cena se veía un poco triste.

-“LO EXTRAÑO”-

Y demasiado como para quedarme aquí sentada solo viendo la luna y un campo  de estrellas que daban la impresión de brillar mas al frente de mi.

-¿Si comienzo a caminar no seria algo precipitado?, ni Siquiera se a donde ir. ¿O tal vez las estrellas y la luna me decían a donde  debería de ir? Creer  que si era lo único que podía hacer, ¿Sin recuerdos a donde podría ir?, una corazonada era mejor que caminar sin rumbo.
Pero… ¿Por que la luna?, ¿Seria que ella también pensaba en el?-
Miles de dudas me asaltaban en ese momento, así que me quede viendo el cielo para que me indicara el camino.

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